Llegamos un sábado y salimos el lunes (3 días- 2 noches). El precio del hotel, es de uno, de categoría media a alta, sin embargo, las comodidades que ofrece son bastante básicas.
En la habitación, las instalaciones son normales, el colchón y las almohadas muy incomodos, prácticamente imposibles para conciliar un buen sueño. A su vez, los electrodomésticos son viejos y con desperfectos; la refrigeradora estaba tan vieja que sonó durante toda la noche y se nos dificultó mucho dormir, tuvimos que desconectarla para que dejará de hacer ruidos. La televisión, es bastante antigua, de manera que prácticamente es imposible ver cualquier programa de televisión.
El aire acondicionado sufre algún desperfecto, pues aunque tiene regulador de temperatura, este no sirve, o enfría demasiado o no lo hace.
La tarifa incluye desayuno, el primer día nos ofrecieron: frutas, tigrillo, huevos revueltos, pan, jugy café. Al siguiente día, nos sorprendimos al ver que el desayuno era pollo al jugo, un plato de frutas y jugo, dado que no era de nuestro agrado preguntamos si tenían algo más y nos dijeron que no. En un hotel de este precio, los huéspedes deberían poder elegir, pues pueden existir personas que tienen una dieta diferente, no consumen cárnicos, etc.
Fuimos en la noche al restaurante, y la persona que atendía parecía no estar interesada en hacerlo, nos dijo que no tenía muchas cosas de la carta. Cuando llego la administradora dijo que ya tenía, lo que nos había dicho que no.
Si cobran como